Una de las falencias detectadas después del terremoto que afectó el centro y sur de Chile la madrugada del sábado 27 de febrero de 2010 fue la poca estandarización que existía en cuanto a formas de responder y entregar apoyo psicosocial a las comunidades afectadas. Fueron muchos los equipos locales y provenientes de diversos países que implementaron diversas actividades, estrategias y acciones tendientes a ayudar a los afectados. Sin embargo, en esta gran amplitud de "cosas que se hicieron" hubo algunas que generaron -o podrían haber generado- más daño a los afectados. Este fue el punto de partida de un proyecto que con una extensión de cuatro años, y una participación de diversas organizaciones, permitió hace algunos meses atrás publicar el "Modelo de Protección de la Salud Mental en la Gestión del Riesgo de Desastres".
Para saber un poco más de ello, nos reunimos con uno de los participantes del proyecto y socio SOCHPED Humberto Marín.
Humberto, ¿cómo nace la iniciativa de realizar este proyecto?
El terremoto y posterior tsunami ocurrido en Chile el año 2010 generó gran impacto internacional que motivó la ayuda de varios países. Uno de los primeros en ofrecer cooperación fue Japón, particularmente en aspectos relacionados con infraestructura. Sin embargo, el estado de Chile le pidió un apyo específico en salud mental. Es así como un grupo de profesionales del MINSAL viajó a Japón el viernes 11 de marzo de 2011, justamente cuando este país había sufrido uno de los mayores desastres de la última década: el terremoto de Tohoku.
El resultado de esta visita fue la generación del "Manual para la Protección y el Cuidado de la Salud Mental en Desastres", el cual sería el precursor del modelo. Con estos antecedentes se inició un trabajo que incluyó al Ministerio de Salud (MINSAL) y la Oficina Nacional de Emergencias del Ministerio del Interior y Seguridad Pública (ONEMI), quienes bajo la coordinación de CIGIDEN y con el apoyo de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) y del Hyogo Institute for Traumatic Stress (HITS) trabajamos durante cuatro años en la generación de un modelo -una forma de hacer- que, basado en la evidencia científica y experiencia de ambos países, pudiera operar como un estándar para apoyar en acciones de preparación, prevención, mitigación, respuesta, rehabilitación y recuperación de personas y comunidades afectadas por emergencias y desastres.
¿En qué consistió el trabajo realizado? ¿Cuáles son sus principales aportes?
El proyecto tenía varios objetivos; aunque el final de ellos era generar un documento que, integrando la experiencia y evidencia científica, entregara al gestor del desastre un marco de trabajo y acciones para moverse en la protección de la salud mental en eventos potencialmente traumáticos, también había otros objetivos relacionados con integrar a los equipos de trabajo que habitualmente se desempeñan en emergencias y desastres, y con generar al menos tres polos de desarrollo a lo largo de Chile. Ellos fueron finalmente instalados en Arica, Valparaíso y Concepción.
Adicionalmente hubo seis seminarios realizados en distintas regiones del país, los que se sumaron a tres pasantías realizadas en Japón, donde expertos Chilenos provenientes de MINSAL y ONEMI recibieron entrenamiento por parte del HITS; ellos conocieron los últimos avances científicos al respecto, los que unidos a la experiencia asociada al desarrollo de estos temas en Japón y Chile, nos permitió generar un modelo que entregara los principios rectores del trabajo en apoyo de salud mental en emergencias y desastres. Todas las emergencias y desastres son distintos, pero personalmente para ilustrar la utilidad de este trabajo yo utilizo la analogía de la cancha y reglas para jugar fútbol. En consecuencia, el modelo no dice "como debes jugar", sino que entrega las normas básicas, el espacio de juego y cuáles/cómo juegan los equipos que siempre ganan los partidos. Simpre siguiendo la analogía propuesta, por supuesto.
Recuerdo que en 2010, después del terremoto iniciamos formación de postítulo en el primer diplomado latinoamericano de "Salud Mental en Emergencias, Desastres y Catástrofes". A este curso asistieron varios profesionales de la salud mental, pero también varios profesionales de otras áreas relacionadas con la gestión de desastres. En el proceso de entrevistas de admisión, y cuando les preguntaba por su interés en el curso, uno de los postulantes me respondió: "No soy psicólogo, pero sí me toca gestionar desastres, y quiero conocer algunos aspectos básicos que me ayuden a incorporar el factor cuidado-de-salud-mental dentro de mi gestión". Creo que esta respuesta es una buena forma de describir la función final del modelo desarrollado.
¿Deseas agregar algo más?
Solamente señalar que este es un trabajo realizado por organizaciones del Estado de Chile, y que busca ayudar y estandarizar las acciones a realizar antes, durante y después de una emergencia o desastre. Invitar a los interesados a que lo descarguen, lean, estudien y difundan. Pienso que actualmente en Chile no cabe ninguna duda en relación a la necesidad de incluir temas relacionados con salud mental en la gestión de desastres. Ese paso ya lo dimos. Ahora, el punto a resolver es ¿cómo hacerlo? ¿qué hacer y qué no hacer? ¿a quiénes incorporar como destinatarios de la ayuda psicosocial? ¿cuáles son las responsabilidades de los diversos actores del Estado en acciones antes, durante y después de un evento? Y digo evento a propósito, para mostrar que este modelo no sólo se aplica a desastres, sino a cualquier situación potencialmente traumática, tales como robos, incendios, inundaciones, siniestros de tránsito, etc. De hecho, mientras más veces sea utilizado, mejor será nuestra disposición y preparación para que esté disponible ante un gran desastre. En consecuencia, no queremos que este modelo sea únicamente un gran texto para responder ante un "gran desastre", y que por consiguiente, quede guardado en un "gran cajón". Esperamos que este modelo se utilice diariamente para gestionar desde la perspectiva de salud mental las pequeñas e "invisibles" emergencias que ocurren día a día en la ciudad, pues de esa manera aseguramos que se convierta en una herramienta permanentemente presente de apoyo a los gestores. Y por último señalar que el sitio "Prevention WEB" -que es parte de United Nations Office for Disaster Risk Reduction (UNISDR)- aceptó publicar y difundir el documento. Eso significa que el modelo ya está disponible dentro de una plataforma de recursos con alcance global (CLIC AQUÍ).
Las presentaciones de los seminarios realizados en Chile, pueden ser descargadas desde
http://cigiden.cl/es/adapting-of-kokoronokea-to-mental-health-care-model-of-emergencies-and-disasters/
Detalles de la cobertura de esta noticia, pueden ser consultados en
https://www.minsal.cl/chile-ya-cuenta-con-un-modelo-de-atencion-de-salud-mental-en-emergencias-y-desastres/
http://www.onemi.cl/noticia/onemiminsal/
http://cigiden.cl/es/lanzan-modelo-proteccion-la-salud-mental-emergencias-desastres/
El texto final del modelo puede ser descargado desde
http://www.repositoriodigitalonemi.cl/web/handle/2012/1904
https://www.preventionweb.net/publications/view/64210